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Ser mujer, madre y migrante


Ser mujer, madre y migrante

Por: Maggi Dávila

La vida de Scarleth en Nicaragua (antes del 2018 ) era lo más natural del mundo: “todos los días después de llegar del trabajo mi mamá me ofrecía un café y me decía que saliéramos afuera (de la casa) a ver a los vecinos pasar”.  Ella es madre autónoma, tiene 3 hijas y un hijo, dos migraciones para resguardar su vida y un red de amigas que la sostuvieron, cuando todo se tornaba complejo.

La maternidad llegó cuando ella tenía 17 años, en ese momento tuvo que interrumpir sus estudios académicos, que con mucho entusiasmo retomó en el año 2018, pero como a Scarleth, la vida de muchos nicaragüenses cambió debido al contexto sociopolítico del país. Su libertad y seguridad estaban en peligro y fue entonces cuando Costa Rica solía parecer un nuevo lugar seguro. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) las personas nicaragüenses que viven en el país y deciden migrar, tienen una gran tendencia de hacerlo hacia el país vecino de Costa Rica, esto lo provoca en su mayoría los factores políticos, económicos y sociales.

El exilio de Scarleth en Costa Rica fue de un poco más de 6 años. En ese tiempo sostuvo una relación con el padre de sus dos hijos menores nacidos en Costa Rica; tenía un trabajo, el anhelo de una vida tranquila y la esperanza de que la situación en Nicaragua se resolvería rápido. Para los nicaragüenses, el país vecino ha sido históricamente un país de acogida, y migrar hacia esas tierras fue un acto aún más evidente a partir de la crisis de 2018. Según informa El Centro Latinoaméricano de Investigación Periodística, El Clip, son los nicaragüenses la nacionalidad de extranjeros más grande en todo el país.

Scarleth durante su refugio  se encontró con un país xenofóbico, haciendo la convivencia muy hostil entre las personas, sumando la complejidad y largos procesos para tener la documentación migratoria, que les permita obtener trabajos formales y acceder a servicios de salud. Los nicaragüenses al llegar a Costa Rica tienen derecho a pedir refugio en el país. Según los datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR, por sus siglas en inglés) al cierre de 2023, Costa Rica tenía 13,300 refugiados reconocidos de Nicaragua. Desde 2018, Costa Rica es el principal país de acogida de personas desplazadas por la fuerza de Nicaragua.

El riesgo de sufrir violencias  aumenta durante la migración

Las personas migrantes son más vulnerables a la violencia de género, y afecta mayormente a  mujeres y niñas. La migración puede tener efectos positivos y negativos en las personas migrantes dependiendo de sus características y condiciones individuales. 

Scarleth, en medio de lágrimas que se asoman, comparte que acababa de parir a su cuarta hija cuando se enteró de que dos de sus hijas habían sido víctimas de abuso sexual en Costa Rica, por parte de una persona cercana a ellas, y esa misma persona, también trató de secuestrar a una de las menores, cuando la niña se dirigía a la escuela.  

El impacto emocional que tiene el migrar sumado a la situación de abuso, terminaron de devastar sus días. Para ella todo esto ha sido un proceso “doloroso, antes del 2018 no sabía que era la depresión o ansiedad. Mi salud mental ha sido tan violentada que esto ha repercutido en mi salud física”. Ser mujer, madre, migrante, dependiente de una pareja que abusa de su poder económico, que ejerce violencia y todavía tener que acceder a un proceso judicial que en lugar de apoyar a las mujeres revictimiza, fue parte de todo lo que Scarleth ha vivido desde que se convirtió en mujer migrante.

En Costa Rica estaba la persona que perpetuó violencia contra dos de sus hijas. Scarleth accedió al sistema judicial, puso la denuncia y siguió un proceso legal en contra del agresor, pero no tuvo buenos resultados. “La justicia en Costa Rica es lerda, cansada, tediosa, puede pasar tu abusador enfrente tuyo y vos no podes hacer nada, es un sistema que cansa a la víctima para que desista de seguir con los procesos … No existe seguridad ni garantías de parte del estado para la protección de las niñas y mujeres que hayan sufrido distintos tipos de violencia. Lo hablo porque lo viví en carne propia”.

Scarleth, Génesis y Naomi, en un marcha feminista en Costa Rica

En un informe de la OIM comparten que es indispensable asegurar la vida de todas las personas migrantes, éstas deben estar protegidas y con acceso a la justicia para reducir sus vulnerabilidades, cambiar la cultura de impunidad en la que los perpetradores creen que no enfrentarán castigo.

Estados Unidos: segundo país en el exilio y una nueva oportunidad

La paz mental y la integridad física son dos conquistas que hoy goza Scarleth y sus hijos. La motivación para migrar de nuevo y está vez dirigirse hacia Estados Unidos fue encontrar la seguridad que el estado de Costa Rica les negó. “En este país siento que puedo comenzar una nueva vida y la adaptación ha sido lenta pero me ha traído la paz que tanto necesitaba”.

“Vivir 6 años en Costa Rica fue difícil, adaptarse a un país tan xenofóbico y violento. No puedo decir que todo fue malo, pero tampoco fue bueno. En este país (Estados Unidos) que es el segundo de mi exilio, el idioma siento que es la principal brecha, vamos pasito a pasito”. 

Al vivir en Estados Unidos, Scarleth describe la tranquilidad que no tenía desde hace mucho tiempo, tiene mucha curiosidad por el porvenir, y a la vez mucha motivación de aprender nuevas cosas. “Salgo a caminar, estoy estudiando (inglés), estoy nutriendo mi mente de tantas cosas, estoy enfocada en la reconstrucción de mi misma como mujer”

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Las amigas SÍ salvan

Es una frase que Scarleth se ha apoderado porque la ha vivido. Son mujeres quienes le ayudaron a buscar refugio, movilizarse, darle alimento y acompañamiento emocional a ella, sus tres hijas y su pequeño niño. Resalta que no siempre las personas que una espera son las que están ahí. “Me siento tan agradecida con la Cris cuando me llamó y me ofreció buscar refugio. Yudelis y Diana consiguieron dinero para apoyarme con mis gastos personales, además que Yudelis me preparó un rico gallopinto con pinolillo. La Heyling consiguió hacerme una transferencia para que yo tuviera los fondos necesarios de movilización y La Damaso me ayudó con la casa de acogida, me estuvo acompañando, y me abrazaba mucho”. 

La sororidad entre las mujeres es un acto de acompañamiento y comprensión,  tanto las amigas que tenía en Nicaragua y Costa Rica se lo demostraron, como ahora sus acompañantes de casa, las mujeres de diferentes países que viven con ella en el mismo lugar, y con quienes sale a caminar, platicar, tomar el café, ver películas, conversar y demostrarse apoyo mutuo. 

Scarlet es fuerte, resiliente, carismática y hablantina, como toda una “buena nica”, también es una persona soñadora, que destaca la valentía de sanar, de ocuparse de las emociones y la salud mental, y quien desea iniciar una vida libre en su nuevo hogar.

“NO ESTAMOS SOLAS”. Es el mensaje que desea enviarle a todas las mujeres que han tenido que enfrentar círculos de violencia, migrar y ser víctimas de un sistema desigual. “Yo logré salir de ese hoyo mental donde la violencia tenía que ser callada para no provocar malestar, ustedes también pueden lograrlo, siempre llegan esas mujeres que te empujan a salir de ese lugar nefasto … tus sueños tomarán tiempo, requerirán esfuerzo, dedicación, sacrificio pero al final valdrá la pena, siempre hay una luz y yo la encontré para mí y mis hijos”. Finaliza Scarleth desde su nuevo hogar, donde disfruta de su taza de café con sus nueva familia, sus amigas.

Si estás atravesando una situación similar a la de Scarleth o planeas migrar, te invitamos a descargar la app Migrante. Esta herramienta ofrece información clave sobre los países de acogida, ayudándote a emprender un viaje más seguro e informado. Este artículo es una producción conjunta de Miradas Moradas, DKY, y Puntos de Encuentro, desarrollado en el marco de la campaña Migrante.

Definiciones:

  • Violencia de género: Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”
  • Revictimización: Según el portal Info Digna, la revictimización se refiere a los sentimientos de sufrimiento de las personas víctimas, testigos o aquellas que han sufrido un delito, provocados directamente por el personal encargado de impartir justicia, como policías, jueces, peritos, criminólogos, funcionarios públicos. Esto se debe a la mala intervención en sus labores para brindar sus servicios, ya que no están bien capacitados para atender situaciones con características particulares. Cuando se comete un delito, lo que usualmente viene a la mente es sancionar a quien causó daño. Sin embargo, no debemos olvidar que la regulación del derecho tiene como objeto proteger a las y los ciudadanos.
  • Xenofobia: La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), define la xenofobia como todo tipo de exclusión por motivos de color, raza, linaje, origen étnico o nacional. Que conlleve a disminuir las condiciones de igualdad, los derechos humanos o de la esfera política, cultural, social, económica. Esta se presenta en acciones discriminatorias u hostiles de odio hacia los extranjeros, que van desde el rechazo hasta distintos tipos de agresiones que pueden terminar en asesinato.
  • Sororidad: La ONU Mujeres define la sororidad como una forma de que las mujeres se apoyen entre sí para enfrentar juntas las injusticias. La palabra “sororidad” proviene del latín soror, que significa “hermana”. En el feminismo, se utiliza para referirse a la solidaridad entre mujeres en el contexto de las luchas contra la discriminación basada en el género.
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