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Justicia erótica; reconectando con el placer negado

Justicia erótica; reconectando con el placer negado

Mujeres de corporalidades diversas

“Es necesario crear nuevas narrativas alrededor del placer.”

Ligia Destephen

El placer es una experiencia sensorial. En palabras de Ligia Destephen, psicóloga hondureña, creadora del podcast “Volvamos a empezar”: “el placer se genera a partir de situaciones que producen bienestar y en las que intervienen algunos o todos nuestros sentidos”. 

Ahora bien, Karla García, creadora de contenido para ppower_ni, sexshop de educación sexual para el placer, considera que el disfrute de la sexualidad como placer, es mucho más que una experiencia física; “Reconocer y recuperar espacios íntimos de placer sexual, para las mujeres, significa realizar también un potente reclamo de derechos, libertades y autonomía. Desde el feminismo hemos entendido que lo personal es político, al hablar de placer, lo personal también atraviesa el cuerpo, entonces, vivir, disfrutar y gestionar nuestro derecho al placer, es lograr deconstruir los aprendizajes heredados por el patriarcado”. 

En blanco y negro, una mujer con un vestido negro se encuentra sentada sobre una silla, con las piernas abiertas, sobre las piernas se encuentra colocado un trozo de sandía con un mordisco en la parte de en medio. De la serie fotográfica "Acuerpadas/Lucero”.
En blanco y negro, una mujer con un vestido negro se encuentra sentada sobre una silla, con las piernas abiertas, sobre las piernas se encuentra colocado un trozo de sandía con un mordisco en la parte de en medio.

Frente a la idea anterior, Destephen, comenta, “el placer, es parte de la construcción de nuestras identidades sexuales y de la sexualidad en general, supone vivencias satisfactorias alrededor de la corporalidad, lo que involucra el reconocimiento de nuestras emociones”. A pesar, que históricamente, los movimientos feministas han luchado por la autonomía de los cuerpos, acceder a espacios de placer libres, seguros e inclusivos, representa un reto, para las mujeres en la región, esto es según Destephen “es resultado de los sistemas de crianzas en Centroamérica, “La mayoría de nosotras hemos sido educadas en la sexualidad, a partir de la culpa y de estereotipos que condicionan si somos o no merecedoras de placer con  base a nuestras características físicas, provocando que mujeres trans, gordas, racializadas o con discapacidad; vivan dificultades y violencias al momento de acceder a espacios eróticos”.

En blanco y negro, una mujer con un bañador blanco se encuentra sentada sobre la orilla de una piscina con sus piernas abiertas, sus manos sostienen una trozo de papaya frente a su ingle. Fotografía de la serie fotográfica: "Acuerpadas/Lucero”.
En blanco y negro, una mujer con un bañador blanco se encuentra sentada sobre la orilla de una piscina con sus piernas abiertas, sus manos sostienen una trozo de papaya frente a su ingle. Fotografía de la serie fotográfica:”Acuerpadas/Lucero

De manera que a los cuerpos que no encajamos en el ideal de belleza, se nos resta agencia y autonomía, esto se debe principalmente a los imaginarios que nos leen como cuerpos que NO somos deseados, lo que nos expone a vivir mayores niveles de violencia en nuestros vínculos afectivos y encuentros sexuales. Por esta razón, Destephen, nos plantea la necesidad de crear nuevas narrativas alrededor de placer, “Es importante, brindar a las niñas y adolescentes, educación sexual integral desde casa, es fundamental reconocernos como seres sexuados, permitirnos desde pequeñas explorar nuestro cuerpo y disfrutar de él sin prejuicios, entender que el placer es un derecho, todas somos merecedoras de placer y no tenemos que hacer, ni soportar nada para ganarlo, únicamente se trata de un juego de exploración.”.

Para la creación de estas nuevas narrativas de placer, es necesario, según Destephen, “la responsabilidad social compartida para eliminar, desde las raíces, la vergüenza y el pudor que nos han impuesto”. Así mismos, Hescarleth Membreño, trabajadora social guatemalteca y creadora de contenido digital en  @hescarlethmembreno, piensa que para lograr estas nuevas narrativas, “tenemos que entender la sexualidad, no solo como el goce, las fantasías o el erotismo, sino también como los vínculos emocionales que construimos con las personas que nos rodean, y por supuesto con nosotras mismas”.

En blanco y negro, una mujer se encuentra de pie con un balador blanco y una bata trasparente, se miran las estrías sobre su estómago y vello en el área de la ingle. Las manos al lado de su cuerpo sostienen trozos de pitaya. Fotografía de la serie fotográfica:"Acuerpadas/Lucero”.
En blanco y negro, una mujer se encuentra de pie con un bañador blanco y una bata transparente, se miran las estrías sobre su estómago y vello en el área de la ingle. Las manos al lado de su cuerpo sostienen trozos de pitaya. Fotografía de la serie fotográfica:”Acuerpadas/Lucero”.

La importancia de estas ideas, toma fuerza, cuando reconocemos que históricamente la censura y la narrativa pecaminosa impuesta al placer y la sexualidad han sido las armas que el patriarcado ha utilizado para someternos. El patriarcado ha construido un sistema en el que los hombres son los sujetos sexuales del placer, mientras que las mujeres somos los objetos cuya sexualidad es o debe ser discreta, controlada y al servicio de los otros. (Egoscozabal, 2021)

A partir de esta perspectiva, surge el concepto de justicia erótica, que se refiere al derecho fundamental de todas y todos a acceder a una sexualidad placentera, gozosa, basada en la exploración y descubrimiento de nuestros cuerpos. (Bonavitta et al., 2019). Este concepto surge también,  con la idea de nombrar las violencias que vivimos los cuerpos contra hegemónicos en espacios íntimos, pero sobre todo para crear acciones que nos permitan recuperar nuestras experiencias a través del placer, en palabras de Karla García, esto representa, “una denuncia pública, desde todas las posibles y diversas corporalidades, de disfrutar de una sexualidad libre y sana”.

Frente a todo lo anterior, García siente, que para recuperar nuestro derecho al placer, es necesario atravesar el camino de la salud mental, “es importante iniciar por poner  atención a nuestras historias de vida”, igualmente Membreño agrega, “para entender cómo funciona nuestro cuerpo y comprender el erostimos y el placer como un derecho, necesitamos vivir un proceso de deconstrucción, que nos permita reconocer nuestra sexualidad y cuestionar todas esas creencias a partir de las que hemos sido educadas”. 

En blanco y negro, una mujer con bañador blanco se encuentra acostada de espaldas en el piso, sobre sus nalgas se observa un pequeño racimo de uvas. Fotografía de la serie fotográfica:"Acuerpadas/Lucero”.
En blanco y negro, una mujer con bañador blanco se encuentra acostada de espaldas en el piso, sobre sus nalgas se observa un pequeño racimo de uvas. Fotografía de la serie fotográfica:”Acuerpadas/Lucero”.

En consecuencia, con lo anterior, Destephen nos invita a reflexionar sobre herramientas que nos puedan posibilitar accesos más dignos a espacios de placer, “es importante trabajar en nuestro autoconcepto, iniciar por preguntarme; ¿Qué es lo que me gusta?, entender que la diversidad es válida y que no hay razón lógica para creer que todas las personas deberíamos caber en un molde”, frente a esta idea Membreño también explica, “Sentirnos bien con nuestros cuerpos es un camino que podría llevarnos la vida entera, por las violencias a las que estamos expuestas, sin embargo, podemos iniciar por auto valorarnos y respetarnos para desarrollar la confianza y el reconocimiento de quienes somos”.

Igualmente, García nos aconseja: “Dedícale tiempo a la masturbación, sí, el origen de la sexualidad es y tiene que ser con nosotras mismas, solo así seremos capaces de entender qué y  cómo nos gusta”, ante esto, Desthepen agrega; “Debemos iniciar por explorar nuestros cuerpos a través de los sentidos”, y Membreño explica; “Conectar con nosotras mismas, inicia por escucharnos, por entender lo que queremos”. 

Finalmente, Membreño nos plantea la idea de “Inspirarnos en otras personas que viven su sexualidad, sin miedo, sin prejuicios y con orgullo para empoderarnos”, García, reafirma la idea anterior proponiendo,  “Intentemos conectar con mujeres que hablen libremente sobre  temas que nos atraviesan el cuerpo, creando así estrategias de acción que nos permitan cambiar los sistemas de creencias de la región y educarnos integralmente en sexualidad”.  

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Para Destephen, García y Membreño, estos son pequeños pasos, pero muy importantes para acercarnos al respeto profundo del cuerpo que habitamos, y en definitiva nos permiten construir experiencias sanas, dignas y revolucionarias alrededor del placer.

Sin duda alguna, nuestros saberes sobre el placer y la sexualidad, a nivel regional, han sido dictados a través del machismo y la misoginia, sin embargo, las luchas feministas también se viven en la intimidad, todas somos merecedoras de placer, para acceder a este derecho, tan fundamental en nuestro desarrollo integral, es necesario romper con los estereotipos a través de los cuales hemos sido educadas, es importante asumir acciones que nos permitan incidir en los sistemas de creencias que históricamente nos han oprimido y en nuestros procesos personales de vida, para disfrutar y gozar con autonomía. 

Referencias:

Egoscozabal, M. (2021, March 4). Placer, deseo y sexo desde el feminismo. Club de 

MALASMADRES. https://clubdemalasmadres.com/placer-deseo-sexo-desde-feminismo/

Bonavitta, P., Bard, G., y  Scherbosky, N. (2019, septiembre 19). Justicia sexual, justicia erótica. La tinta. Retrieved September 13, 2023, https://latinta.com.ar/2019/09/19/justicia-sexual-justicia-erotica/ 

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