Los datos son alarmantes
Las economías de América Latina y el Caribe han dado grandes pasos en el proceso de transformación digital, sin embargo, las mujeres de la región aún no se están beneficiando de las posibilidades que brinda la economía digital.
Andrea Cabrera es licenciada en marketing con un MBA, posee una especialización en emprendimiento social por la Pontificia Universidad Católica de Chile y una especialización en Derechos Humanos de la Mujer por la Universidad Austral de Argentina, sin embargo, tuvo que luchar con el prejuicio de ser mujer para crear un espacio educativo digital para empoderar a las mujeres y dotarla de habilidades en este ámbito.
Como líder de la organización “Wonder Woman Guatemala, “tuve la experiencia de la falta de credibilidad cuando decidí impulsar una plataforma de micro learning para las mujeres en mi país. Se cuestionó la estrategia y estructura que se utilizó para crearla”, afirmó. La buena noticia es que esta iniciativa ha formado a más de 5 mil mujeres en el país centroamericano.
Según el informe de la CEPAL “Rutas y desafíos para cerrar las brechas de género en materia de habilidades digitales”, se ha mostrado que las mujeres señalan, con más frecuencia que los hombres, la falta de habilidades como una barrera para el uso de Internet, además de un mayor porcentaje de mujeres informando que no ven motivos para acceder a las TIC y utilizarlas.
La brecha de género se presenta desde la iniciación digital cuando hombres y mujeres ingresan dentro del ecosistema de comunicación digital y demuestran las habilidades y acciones básicas de las personas para activar y operar dispositivos; acceder a aplicaciones y recursos; crear cuentas, configurar perfiles y realizar las acciones iniciales para comunicarse y compartir e interactuar en internet.
Para Marla Reyes, speaker y experta de marketing digital, “el mundo digital acorta la brecha de género porque te ayuda a estar en igualdad de oportunidades, sin embargo, existe machismo porque las mujeres sienten la presión de lucir perfectas (en redes sociales) y el hombre no se preocupa por este aspecto porque no se le exige perfección”.
“En mis cursos tengo más mujeres que hombres y he contratado influencers mujeres que ganan hasta 3 mil dólares porque saben comunicar y vender. El problema es que la mujer debe tener una imagen atractiva, el hombre no”, puntualizó.
La educación es clave
Desde temprana edad las mujeres se enfrentan a sesgos de género que enseñan códigos, estilos de lenguajes y medios propios de la cultura digital y de las tecnologías que conducen a una menor conexión de las mujeres.
El acceso a tecnología y la creación de espacios seguros libres de cualquier tipo de discriminación y violencia son necesarios para reducir la brecha género en el mundo digital
“Me advirtieron que no estudiara Ingeniería en Sistemas porque era una carrera de hombres y cuando ingresé a la universidad comprobé esa teoría”, confiesa Diana Rocha de nacionalidad nicaragüense quien abandonó la carrera despues de año y medio.
Para Agatha periodista y educadora con enfásis en la promoción y participación de niñas y mujeres en la ciencia y la tecnología, “la brecha de género es de acceso, creación y afecta en mayor escala a niñas y mujeres que están en países en vías de desarrollo de la región centroamericana”.
“Tecnología es todo, el celular, la computadora, la medicina, la robótica, televisor, inteligencia artificial, automóviles, etc. Técnicamente hay muchas mujeres trabajando en esta área, pero los puestos que están ocupando no son de toma de decisión”, aclara Agatha.
A medida que la tecnología evoluciona, también avanza la educación STEM, que por sus siglas en inglés es el acrónimo de los términos ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Un área que crece constantemente ya que los egresados de las universidades de estos campos tienen alta demanda en el mercado laboral.
Lucía Morales De Franco ha laborado durante 15 años en el sector tecnológico. Es nicaragüense y fundó NicaWomanTech, una plataforma de comunicación dirigida a mujeres de todas las edades y segmentos desde donde visibiliza a mujeres STEM y desarrolla talleres y actividades para el aprendizaje e intercambio de experiencias sobre tecnología y alfabetización digital.
Considera importante involucrar a las niñas, mostrarles referentes en la industria o cómo pueden utilizar la tecnología para impactar en su realidad. También reflexiona sobre la educación STEM como una herramienta poderosa y necesaria en las clases con el fin de preparar a las nuevas generaciones para enfrentar los retos que traerá la cuarta revolución industrial.
¿Falsa igualdad de oportunidades?
Según el informe “Mujeres en tecnología 2021” de McKinsey & Company, el 18% de los puestos técnicos en tecnología son ocupados por mujeres y solo el 15% de los líderes de este sector son mujeres.
“Hay muchos hombres que niegan esta realidad y hablar de esto es necesario”, enfatiza Agatha.
Para la comunicadora centroamericana existe “una falsa idea de igualdad de oportunidades y personas sienten que hablar de este tema es un ataque a los hombres y no lo es”, aclara.
Se refiere de manera enfática durante la entrevista a la diferencia entre roles de género y división sexual del trabajo porque “hay una percepción que las mujeres somos más sensibles, empáticas y subjetivas y los hombres más duros, racionales y objetivos” y como consecuencia, hay una división en las carreras y los ámbitos en que hombres y mujeres se desarrollan.
“A las niñas se les limitan en la forma en que pueden explorar el mundo, se les pide que no se ensucien o se hagan daño, mientras que los niños poseen mayor permisividad para la exploración, creatividad, tocar cables, quitar tornillos, entre otras cosas. Estamos creciendo bajo mandatos diferenciados”, culmina.
Hombres y mujeres tienen la capacidad de aprender y desarrollar habilidades en el mundo digital. A pesar de las barreras que mencionamos anteriormente, muchas mujeres han adquirido competencias digitales en diversos campos como el marketing, medicina o análisis de datos.
Mujeres referentes en Centroamérica
Andrea Cabrera destaca la labor de la joven científica guatemalteca Gabriela Asturias, conocida por su trabajo en la divulgación de la ciencia. Sus aportes científicos se enfocan en reducir las tasas de desnutrición crónica en Guatemala y lideró en 2020 un grupo de médicos, antropólogos e ingenieros en la creación de la asistente de logística médica automatizada conocida como ALMA, con el propósito de resolver dudas sobre la COVID-19. Ese mismo año fue reconocida entre los “Innovadores menores de 35, Latinoamérica 2020” por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Mary Vallecillo es una distinguida científica hondureña que está a pocos pasos de hacer historia ya que tras diversos estudios tecnológicos podría tener éxito en crear la cura contra la distrofia muscular.
Su logro puede abrir el camino para quienes tienen este padecimiento, debido a que actualmente una de cada 45,000 personas en el mundo lo sufren. Vallecillo es parte del grupo de científicos de la Universidad de Brigham Young en Estados Unidos.
En Costa Rica despunta Kumara Cordero, egresada de la Universidad de Costa Rica y doctora en física destacada en el área de nanociencia y nanotecnología. En diversas entrevistas a medios de su país ha abordado las dificultades que viven las mujeres de su campo ya que en ocasiones se tienen que esforzar el doble para demostrar su capacidad como profesionales frente a sus compañeros y jefes.
Cordero lo ejemplificó con la actitud de algunos investigadores de ignorar las sugerencias hechas por una mujer, pero si la misma sugerencia proviene de un hombre sí es tomada en cuenta. Fue nombrada en 2020 entre las 100 mujeres más poderosas de Centroamérica por la revista Forbes. La CEPAL ha sido enfática en promover la participación plena y efectiva de las mujeres y niñas en América Latina y el Caribe en el diseño, desarrollo y uso de las tecnologías, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda.
